Mi papá y yo llevamos a nuestro vecino hasta la morgue
A reconocer el cuerpo de su hermano
Lo habían encontrado en las vías del tren
Se había metido con los que deciden quién verá el amanecer.

Cuando revelaron su cuerpo en la camilla mi vecino se desplomó
Su alarido me pareció irreal, nunca lo voy a poder olvidar
Solo estaba el torso sobre el frío metal
Nadie presente volvió a dormir jamás
Las pesadillas que hubiese tenido se convirtieron en realidad
Y cada vez que cruzaba esas vías
Una fuerza sin nombre tiraba de mis orejas.

Ese verano una nena muy chiquita (como un arveja) se robó la navidad
A nadie le importó, nadie la quería.
No había nada para celebrar

Y una de esas noches, mi familia y yo despertamos
Mi nariz no dejaba de sangrar
Una voz dijo "Sangrás por los pecados de tus vecinos"
"Sangrá hasta que estén limpios. Y si te negás, vas a convertirte en una tortuga, tendrás una vida vulgar. Es tu destino (o el de ser un hombre con la vocación de exorcizar)".

Un actor vivía a dos casas de la mía.
Tenía en su habre un libro que le decía
Cómo hacer reir a cualquier hombre
Era un encantador de serpientes
Hasta que una noche entré por su ventana
Cambié su cara por la mía.
Y si usted visita mi cuadra, verá a un hombre condenado a ser niño
Mientras yo viajo en una carpa de circo por todo el país, recolectando aplausos.
Hasta este día cuando actúo recuerdo la morgue
Los gritos no me dejarán
Y una fuerza aún sin nombre tira de mis orejas y me dice:
Mhhhh
Mhhh